Nuestro genuino propósito de gestar esta iniciativa, que desde muy jóven abrigamos, nace cuando aún ni siquiera se expresaban conceptos como: medio ambiente; preservar; polución; calidad de vida; sustentabilidad; contaminación; ozono; extinción; vulnerabilidad; calentamiento global; biodiversidad; entre muchos otros que hoy se adoptan y recurren con gran desenvoltura, tras discursos plenos de buenas intenciones y fortalezas que se diluyen y esfuman con gran facilidad.
Los ideales y propósitos primarios, de gran fuerza, con que comienzan algunos emprendimientos, se afectan por externalidades que los llevan a cambiar su rumbo, muchas veces en busca de objetivos mediáticos y rentables, omitiendo su esencia, dejando de lado la columna vertebral por la que fueron creados.
las motivaciones secundarias no deben absorber lo principal por lo que hemos trabajado, cual es la protección de todos y cada uno de los valores presentes en este lugar, poniéndolos responsable y amigablemente, al servicio de todos, PERO, esencialmente a través de la investigación y la educación.
Educación por proteger estos recursos, pero también por conocerlos intensamente, llegando a amarlos, a lo que el ser humano esta llamado en relación a este importante tema: A amar la Naturaleza, a convivir con ella, a preservarla, a formar parte de ella, un ser más del tejido de la vida, legando, trascendiendo conceptos, experiencias y vivencias a quienes nos sucedan. Esta será la única forma que nuestra decisión tenga carácter y perdure para siempre.
Por lo contrario, si nos damos, como objetivo principal a la recreación y al paseo, disfrutando un buen asado al aire libre y refrescantes zambullidas en las tranquilas y transparentes, hasta ahora, aguas del Río Clarillo, solo estaremos aportando, apoyando a la destrucción de lo nuestro y cultivando la ignorancia, la falta de respeto y el desconocimiento de estos invaluables Recursos Naturales que Dios a puesto al cuidado y al buen uso del hombre.